YAMAHA PROJECT

Gregorio Paniagua

album-art

Gregorio Paniagua - junio 2017
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YAMAHA´S PIANO HISTORY

by Gregorio Paniagua 1974...2016

1.Concierto Atrivm Mvsicae en el CEU (Centro Estudios Universitarios) Centro de estudios Universitarios. CEU, 1974 MADRID

Teatro , calle…………/ ok fecha. 1974

Había habido un incendio en el Auditorio y el Piano de media cola Yamaha…       Número de serie……….. (a comprobar en el chasis o bastidor) recién comprado por el CEU, se había chamuscado todo por fuera y por dentro estaba ileso, intacto, aún incluso bien afinado. Su mecanismo funcionaba correctamente.

2. Hablé con el Director, Victor Ruiz….., que lo vendía a un precio bajo.

Lo compré, y trasladé a mi domicilio de entonces: Villachiquita,

carretera de la Estación nº 6 –Torrelodones-Madrid.

Con mascarillas, en el garaje lo lijamos por fuera, entre yo, Pipo y Beatriz, hasta que se quedó limpio, sin carbonilla y de color negro mate. Solo quedaban en él algunos rastros del contrachachapado brillante acharolado que estaban aún adheridos a su mueble exterior.

Lo instalé en mi cuarto dormitorio.

Durante tres años, el piano Yamaha yo lo tocaba, y componía música en él, inclusive algún hijo recibió algunas primeras lecciones de piano en este sufrido instrumento.

3. Un mal día, estando yo muy enfadado con una persona (mujer, madre de 3 hijos mios que me estaba haciendo la vida artística imposible, como se dice en España: “metiendo bastones en los radios de las ruedas de mi bicicleta” impidiéndome progresar), afortunadamente desvié mi agresividad hacia otro objeto que no fuese ella, pues podía haberla matado, y no quise.

De manera irracional cogí un bastón grueso y me lié a bastonazos con el teclado del Yamaha, hasta que lo hice astillas.

Pensé días después: Si hubiese tenido la suficiente “sangre fría” debía haber grabado “aquella sonata” improvisada, a golpes sobre el teclado… y editarla junto con la historia escrita de este resistente piano, cuya arpa seguía afinada, pero que ya solo se podía tocar sin teclado, con alguna púa como si fuese un psalterio.

 4. El piano Yamaha media cola, comenzó a transformarse en una “escultura” lo saqué desde mi cuarto a un porche cubierto en el jardín.

5. Al tiempo, hacia 1980, cuando compuse el “Batiscafo”, comencé a comprar un terreno en una montaña de la Sierra de Guadarrama de Madrid; concretamente en la finca rural Los Barrancos. Una parcela formidable, en lo alto de una colina o cerro, con grandes piedras rodadas de granito instaladas allí hace millones de años por algún glaciar. También tenía un muro de piedra, sin cemento, muy bien hecho, que debió hacerse para defensa en alguna batalla o guerra española del pretérito.

Pensé en llevar allí el Yamaha y lo hice como si fuese un rito: Lo coloqué en lo alto del cerro. Con la tapa cerrada y también cerrada la del teclado roto. Y allí siguió “sufriendo” las inclemencias del tiempo durante…uno- dos-tres- cuatro-cinco años al aire libre: El viento, el rocío y frescor durante las primaveras. El Sol más impiadoso que yo, cayéndo sobre él “a plomo“ durante los meses de julio y agosto en los tórridos veranos. Las lluvias en los otoños. Las heladas, nieves y ventiscas durante los crueles inviernos.

6. Decidí dejar aquel terreno y lo revendí a la mitad de precio de lo que me había costado. Me di cuenta que no me daba tiempo en la vida de edificar en aquel lugar que estaba demasiado apartado.

Luego me alegré, pues era ilegal el construir allí en territorio rústico y los que compramos parcelas, habíamos sido engañados.

El piano seguía estando allí a la intemperie, cerca de una caseta inglesa de madera que pude comprar e instalar allí como almacén para futuras obras, nunca comenzadas, excepto las de un circulo de piedra que yo mismo inicié con piedras históricas recopiladas, para construir un rimer cobijo-refugio o casa prehistórica que pensaba cubrirla con una lona de tienda de campaña de mili que habría de buscar en el Rastro de Madrid.

 

                                                      GREGORIO PANIAGUA. c-Juan de Mena 12-4º izq- 1981.gp

 

7. Tuve que irme de mi querida casa alquilada de la calle Juan de Mena 12 -4ºizq, por muchas goteras procedentes de desagües del piso de arriba que no reparaban.

En la fotografía gp, con corona de laurel, tocando un clavicémbalo reproducción del siglo XVI. A la izquierda un órgano Positivo construido por gp.

En 1984

City Hall Theatre – 3 Concerts in HONG KONG-

Alcachofas en Vinagre – propongo Batiscafo al sello Victor Japan. Vienen a Hong Kong y lo escuchan en una furgoneta (llevé las dos cintas del LP) querían editarlo pero no pudimos llegar a negociarlo convenientemente… Yo pensaba que la portada del LP fuese la foto del Piano Yamaha quemado. Y llamar al LP: “Alcachofas en Vinagre” (que era el Batiscafo, no más reeditado por el Dpto. pop de Hispavox).

8. En 1984, pude comprar una casa en Camorritos, cerca de Cercedilla.

Hice una enorme mudanza desde cinco casas de familiares y amigos, donde tenía embalados y almacenados mis libros, partituras, instrumentos musicales, cuadros, y muchas cajas llenas de ropa y objetos.

No me olvidé del piano y lo hice transportar desde Los Barrancos .Valdemorillo hasta Camorritos-Cercedilla en un vulgar camión volquete para transportar arena…e hice una fotografía de la descarga del Piano Yamaha en una plazoleta del jardín.

Cuando compré e inicié las mudanzas a la Casa de Camorritos, contraté a un camión de obras con volquete para llevar arena, y el piano Yamaha hizo un nuevo viaje: desde el terreno a la intemperie en la colina de Los Barrancos-Valdemorillo, hasta la Colonia de Camorritos- a tres kilómetros de Cercedilla. He aquí, en el folio 4, la dramática fotografía de la descarga del Yamaha media cola:

                                                Llegada Yamaha del monas viejo al nuevo.1984.gp. dramatikpiano

 

Pensé inmediatamente debería ser la nueva Portada de un futuro disco mío.

                                                                             ALCACHOFASENVINAGRE. gp

 

Acomodé el Piano a cubierto, bajo el porche de las cuatro columnas rojas. Estuvo un tiempo allí bajo techo, hasta que de nuevo lo transporté al antiguo garaje dentro de la casa-Monasterivm, desinfectándole y desinsectándole primero, pues en el campo habían anidado en él, bajo su tapa entre las cuerdas, una familia de pequeños escorpiones.

El Yamaha traía dentro nidos de ratones y también de escorpiones, que hube de exterminar.

Lo instalé en el porche de la casa de Camo

(foto, pensada para portada de un CD, con una composición mía: quizás: “Califonía Iconoklastós” o bien: “Alcachofas en Vinagre”) que propuse a la discográfica Victor de Japón. Oímos el “Batiscafo”en una furgoneta japonesa equipada con un Revox, en Hong Kong . Estaban muy interesados. Pero a mi vuelta a España estuve tan ocupado con las mudanzas que no pude negociar más con los japoneses y la posible edición quedó en el olvido.

9. En 1988, falleció mi venerado y querido Padre, el Dr. D. G. P. R. y comencé a construir yo solo una gran casa de madera con materiales venidos en un camión trailer que vino desde Helsinki-Finlandia, material que me proporcionó mi amigo Jari K. que se dedicaba a vender kit o montados estos chalets de madera tratada de pinos fineses. Adquirí también en un almacén de Guadarrama grandes tablones de pino abeto ruso y otros de madera de Valsaín.

Tardé año y medio en construir un Templo-Santuario- diseñado por mi, sobre la techumbre de un antiguo depósito de agua vacío, cámara hipóstila, que tenia una reverberación formidable para mis grabaciones de Música, pensando que este santuario iba a ser en el futuro: Estudio de grabación.

Luego, con ayuda, subí el Yamaha al Monasterio de madera, para que sus cuerdas vibrasen por simpatía cuando en este lugar se tocase música unido a la reverberación acústica natural del recinto subterráneo (cripta); fue en 1988 año de la muerte de mi querido Padre:

El teclado roto y destrozado, que estaba unido al sistema de mazillos con sus fieltros, lo demonté del Yamaha; aplicándolo a una mesa de madera de haya que eran los restos de un antiguo telar viejo e inútil que me había regalado una amiga rara. Dispuse en este “chasis” unos tubos hechos con latas vacías para bebidas (llenas de aire) y cerradas con sus tapas (facilitadas por National Can- fábrica de Valdemorillo, por mi hijo Pedro Pani que allí trabajaba con computadoras).

Construí con todo ello un artefacto-escultura, que reflejaba el luto:

era un órgano silencioso que no se podía tocar: un “Órgano mutto”, que permanecería silencioso para siempre en señal de riguroso luto.

                                                       Las manos muertas de Beethoven sobre Absurdóphono. gp

(fotografía del órgano mutto, ya oxidado, gp 1988) con un cuadro con una pintura propia de las manos muertas de Beethoven, gp 1999, copiándolas del molde de escayola original.

 

                 Detalle: manos muertas de Beethoven, gp1999, sobre el teclado roto a bastonazos del Yamaha media cola.

 

                                                        Beethoven SwarzchSpanienhouse. Wien-acuarela-gp 1959

Reproducción de una acuarella que pinté a mis 15 años de edad, en la Casa de Beethoven de la Swartzch spaniers hause strasse de Viena. gp – Wien 1959.

 

                                                                              ORGANOFORNAX-2005 gp

Fornax. Detalle. gp2005. Otro órgano mutto, cuyos tubos de uralita pintada de verde fosforito, fueron en otro tiempo bajantes de canalones de tejados, son ahora proyecto de chimenea múltiple, “polifónica”, para salida de humos de una estufa, construida con una carcasa metálica de una obsoleta depuradora de piscina y poder encender fuego dentro de ella, cuyo humo saldría silencioso por los tubos de este otro Órgano mutto.

El fornax fue en un tiempo construcción de un recinto, para que más tarde fuese mi mausoleo-tumba. Allí están enterrados: la perrita Milú, un Buho de Clara T. y por un tiempo lo estuvo Titino, antes de su exhumación a un bote de cristal, el mono araña procedente de la selva de Chiapas-México, que traje a mi hijo Mauricio por su propia petición, y al no dejarle su madre tenerlo, tuve que cuidarle yo durante 5 años. Me hizo mucha compañía y cuando falleció el disgusto fue como si de un hijo se tratase.